Existen las escorts independientes, que eligieron libremente esa profesión y no son regenteadas por ningún proxeneta. Y hay algunos de ellos que no precisamente controlan mujeres como si fueran de su propiedad. Pueden funcionar como “intermediarios”, entre los interesados en conseguir sexo y quienes están dispuestos a brindarlo.
Es el caso de Scotty Bowers, el norteamericano nacido en Illinois en 1923, y fallecido en Los Ángeles en 2019. Fue un infante de marina y paracaidista que participó en batallas cruciales de la segunda guerra mundial. Finalizada la contienda y ya de vuelta, se instala en Los Ángeles. Comienza a trabajar en una gasolinería. Según él mismo ha contado en sus memorias, su carrera sexual empezó en 1946, trabajando como asistente en esa estación de servicio de Richfield Oil, en el 5777 de Hollywood Bulevar.
Un día, a sus 23 años, llegó a la gasolinera el actor nominado al Óscar Walter Pidgeon. Se le acercó y lo invitó a subir a su auto. Partieron a casa del astro, hicieron lo suyo y Pidgeon le dio 20 dólares. Ahí fue que Scotty entendió que había un mercado por satisfacer. Pidgeon empezó a recomendarlo, y Bowers preparó el negocio.
¡Hecha la ley, hecha la fiesta!
En los años 40 y 50, era ilegal tener relaciones con una persona del mismo sexo. En el cine, se impuso el código Hays, que entre otras medidas represivas, establecía que si un actor o actriz era descubierto teniendo una relación homosexual o comprando sexo, su carrera se terminaba inmediatamente.
Actores como Rock Hudson, Katherine Hepburn, el mencionado Pidgeon y muchos otros iconos de los años de oro en Hollywood tuvieron que ocultar su secreto y recurrir a gente “especial” para poder disfrutar su verdadera sexualidad. O simplemente tener un “Touch & Go” por fuera del sacrosanto matrimonio.
Como ocurría unas décadas antes, con la “ley seca” y su prohibición del alcohol, que solo sirvió para la proliferación de las tabernas y destilerías clandestinas, tanto puritanismo hizo que el sexo en todas sus formas fuera una moneda de cambio más cotizada que nunca. Pocos sacaron tanto provecho de eso como Scotty. Y no pocas escorts independientes, que simulaban ser otra cosa, por supuesto.
El remolque del amor
Colocó una casa rodante, o remolque, en los fondos de la gasolinería, y allí adentro se realizaban encuentros sexuales. Eran entre las celebridades del cine y jóvenes de ambos sexos que Bowers reclutaba. Eran algunos de los miles de aspirantes a estrellas que llegaban a Hollywood pretendiendo trabajar en el glorioso cine de aquellos años. Pero hasta que lo consiguieran (uno de cada 1500, aproximadamente) de algo tenían que vivir. Eran empleados en cualquier cosa de día… y luego Scotty podía darles otras ocupaciones.
Así conocían a los ídolos del cine muy pero muy directamente, además de ganar buen dinero. Rápidamente, se armó una red de prostitución con clientes como Cary Grant, Ava Gardner, Spencer Tracy, Vivien Leigh, Cole Porter, Errol Flynn, Laurence Olivier, Lana Turner y hasta Frank Sinatra o el mismísimo y legendario Director del FBI, J Edgar Hoover.
El mismo Scotty participó en muchos encuentros, varios de ellos abiertamente orgiásticos, porque jamás le dijo no a nadie ni a nada. Sean hombres, mujeres o trans, le encantaba satisfacer a todos, y era amado por eso, por su gran servicio contactando a jóvenes bien dispuestos, y por una discreción inquebrantable. Jamás delató a nadie por ningún motivo, ni pudo ser querellado de proxenetismo.
Escorts independientes, libros, películas, series…
Quienes lo recuerdan de sus mejores épocas dicen que era un joven hermoso, de personalidad encantadora, exquisitamente amable. Y muy bien dotado, además. Cultivaba una actitud casi “Zen”, siempre tranquilo y sonriente. “A Scotty simplemente le gustaba hacer feliz a la gente”, dijo uno de sus grandes amigos. Esta bonhomía quedó ratificada en su vejez, cuando decidió publicar sus memorias. Fue con el título de “Full Service: My Adventures in Hollywood and the Secret Sex Lives of the Stars” (2012) solo porque ya se habían muerto casi todos los que mencionaba en el libro, por lo que sintió que no los hería.
Fue representado en la serie “Hollywood” (de Ryan Murphy para Netflix – 2020) con un personaje basado en él durante sus operaciones en la estación de servicio. El papel estuvo a cargo de Dylan McDermott. Ya hay un documental sobre su vida (también en Netflix) y pronto tendremos un largometraje sobre este increíble personaje. Se anunció que Searchlight Pictures adquirió los derechos de ese documental. Es la base para producir una película basada en la vida de Bowers. Luca Guadagnino dirigirá, y Seth Rogen y Evan Goldberg escriben el guion.