las escorts ideales

“FILM NOIR”, “FEMME FATALES” Y OTROS QUERIDOS ESTEREOTIPOS

El famoso “cine negro” supo dar obras maestras, con grandes héroes, estupendos villanos y las escorts ideales. Eran personificaciones que traspasaron las pantallas y se instalaron en el imaginario popular para siempre.

Fueron historias de estructura simple, pero novedosa en aquellos años de las décadas de 1940 y 1950, en que surge y se destaca en Hollywood. Tomaba la vieja tradición del “Who do it” (Quien lo hizo) de las clásicas novelas policiales inglesas, con un crimen misterioso por resolver. Pero trasladada a los ambientes sucios, decadentes y marginales de los suburbios urbanos norteamericanos, luego de la “gran depresión” de los años 30.

Y siempre desechando la idea de un “final feliz”, eliminado por completo de los guiones. Aunque los “malos” fueran castigados, no por eso quedaban todos contentos, ni mucho menos.

Los buenos, los malos y las escorts ideales

Este querido subgénero fue revisitado muchas veces luego de su apogeo y caída. Dejó inolvidables arquetipos, que han marcado a fuego la cultura popular.

Por ejemplo, el del detective duro, cruel, cínico y desencantado de todo, pero con un ingenio y una inteligencia incomparables. Automáticamente, viene a nuestra mente la imagen del extraordinario Humphrey Bogart, que compuso esos personajes como nadie. Son insuperables sus interpretaciones en las películas que adaptaban las negrísimas novelas policíacas de Raymond Chandler y Dashiell Hammett.

Tanto fue así, que incluso estuvo casado en la vida real con una de las más icónicas “mujeres fatales” del cine de la era dorada de Hollywood. Junto a su esposa Lauren Bacall fueron una pareja que encendía las pantallas. Son considerados ambos como parte de las estrellas más grandes de todos los tiempos.

Inolvidables y malignas

Las “femmes fatales” son los típicos personajes femeninos del cine negro. Representan a mujeres dispuestas a todo para triunfar y lograr sus propósitos, aunque sea al precio de traicionar y engañar a quien fuera. No descartan cometer crímenes contra cualquiera que se interponga entre ellas y su objetivo.

Este tipo de cine está lleno de mujeres ambiciosas, con sus deseos íntimos a flor de piel, para nada pasivas y provocando situaciones explosivas todo el tiempo. Siempre deseosas de poder y nunca anhelando la paz hogareña. Ese deseo las vuelve peligrosas a veces hasta para sí mismas, y terminan muy mal.

Además de la mencionada Lauren Bacall, hubo otras que pasaron a la historia como estupendas “femmes fatales”. Podían tener el papel de las escorts ideales, de esposas infieles, de millonarias inescrupulosas y seductoras compulsivas. Pero en todos los casos, quedaron para siempre en la antología de la pantalla grande.

#Rita Hayworth: Con sus papeles en “Gilda” y “La dama de Shanghái” estableció estándares de sensualidad muy pocas veces alcanzados.

#Lana Turner: Fue magistral su interpretación de Cora Smith en la versión original de “El cartero llama dos veces” (luego reversionada en 1981, con Jessica Lange en ese rol)

#Mary Astor: Compartió protagonismo con Humphrey Bogart en “El Halcón Maltés”. Compuso a una modélica mujer fatal cuya peligrosidad estaba más centrada en su capacidad manipuladora y en su ambigüedad moral que en la sexualidad.

El arquetipo de la “Femme fatale” sobrevivió al “cine negro” de los años dorados hollywoodenses. Así, vimos la gran interpretación en ese rol de Kathleen Turner en “Body Heat” (1981). Sin olvidar (es imposible) a Sharon Stone y su incendiaria actuación en “Basic Instinct”, tremendo éxito de 1992.