El argumento es tan simple como esto: seis chicas desnudas (¿”escorts vintage”, quizás?) juegan, corren y comen junto a un río, entre risas. Aparece un fauno (con cuernos, grandes bigotes y barba), y se les aproxima. Las mujeres lo ven, se horrorizan, y el fauno las persigue. Una de ellas tropieza y es alcanzada por esta especie de diablo. Se la lleva alzada y medio desmayada a otro sitio del bosque, donde tiene sexo con ella, de variadas formas y con aparente consentimiento de su “víctima”.
Se muestran escenas muy explícitas. La pareja termina recostada y adormilada en el pasto. De pronto, las otras cinco mujeres, que habían huido, regresan, desnudas, y encuentran a la pareja dormitando en el suelo. Espantan al fauno y rescatan a su compañera. FIN.
Eso es lo que ocurre en los 4,33 minutos de “El Sartorio” (o “El Satario”). Es el cortometraje considerado como primer film abiertamente pornográfico hecho en Argentina, alrededor de 1907. Y dicen que fue el primero en el mundo.
Lo poco que sabemos
Es muy poco lo que se conoce de esta producción. Se dice que tal vez haya sido filmada en 1912 o 1913 y no en 1907. Se duda del lugar en que se rodó. Podría ser junto al Río de la Plata, pegado a la Capital Argentina. O más al sur, en Quilmes. Pero hay indicios de que fue en Rosario, sobre la rivera del río Paraná. Lo cierto es que debieron recurrir a escorts vintage, si es que no a simples prostitutas, para interpretar a las mujeres que se ven allí.
“Esta película, como muchas otras realizadas por la misma época en Buenos Aires y Rosario, no estaba destinada al consumo local, ni al popular. El porno era un entretenimiento sofisticado para el disfrute de la clase acomodada del viejo continente. Entonces las compañías Pathé y Gaumont, pioneras del cinematógrafo, tuvieron una intención globalizadora. Derivaron la producción de porno en Argentina, acaso porque la moral y las leyes europeas eran estrictas, o porque, debido a las corrientes inmigratorias de fines del XIX, las argentinas podían lucir como francesas. Pero cobraban como argentinas. Lo cierto es que, entre 1910 y 1920, Argentina fue la primera potencia porno del mundo.”, dice el tratadista Ariel Testori.
“Escorts vintage” hubo siempre. Porno también
No es fácil determinar cuál fue el primer film porno de la historia. Pero es muy probable que haya sido este. Pornografía hubo siempre, lo sabemos bien. Hay indicios de ella en todas las civilizaciones antiguas que hemos llegado a conocer.
Se estima que la pornografía como industria nació alrededor del año 1800. Sería con las novelas eróticas que se hizo popular. Más tarde, y gracias a la fotografía y a los daguerrotipos, las imágenes eróticas pudieron ser capturadas y distribuidas fácilmente. Hasta qué el video permitió darle movimiento, y la pornografía despegó hasta el infinito. Hoy es una de las mayores industrias del mundo.
Como en sus principios, filmar y procesar lo filmado era extremadamente caro, estos divertimentos fueron solo para los muy ricos. Pero lo cierto es que casi al mismo tiempo que nacía el cine, se comenzaba a filmar pornografía.
Con la mencionada “El Sartorio” o “El Satario”, compite como primera película abiertamente pornográfica una alemana. Alrededor de 1910, en Alemania se rodó “Am Abend”, donde el público podía ver genitales en primer plano, y escenas de sexo muy explicitas.
Su argumento también es extremadamente simple: Una mujer se acuesta en una cama y se masturba durante varios minutos. De pronto entra en la habitación un hombre y ambos comienzan a tener sexo. La mayoría de los historiadores del cine consideran que este cortometraje de diez minutos es la película pornográfica más antigua que se conoce. Igual que en el caso anterior, se desconoce quien fue el director y los actores.